La colelitiasis se refiere a la presencia de cálculos, litos o también conocidas como “piedras” dentro de la vesícula, órgano que trabaja junto al hígado para almacenar la bilis producida por éste para el metabolismo y absorción de las grasas que consumimos en nuestra dieta diária.
En las mujeres en especial constituye la principal causa de enfermedad según datos estadísticos del INEC del 2015 con una tasa de 32 por cada 10.000 pacientes anuales; esto se relaciona con causas hormonales, sobrepeso, obesidad, embarazo, diabetes, cirrosis, pancreatitis, enfermedades intestinales, causas genéticas, raciales entre otros.
8 de cada 10 personas con cálculos vesiculares no presentan síntomas como dolor en la parte alta y derecha del abdomen que es uno de los principales, entre otros tenemos distención abdominal, náusea o vómito, ojos o piel amarilla sobre todo cuando se complica el caso.
Consideraciones como tamaño, número, localización de los cálculos así como molestias que presentan y estado de las vías de trasporte de bilis al intestino son requeridas para decidir el tratamiento quirúrgico que actualmente se la realiza por laparoscopía reemplazando a la cirugía abierta que queda como segunda opción quirúrgica.
La cirugía laparoscópica consiste en realizar entre 3 y 4 incisiones de 5 y 10 mm cada una y gracias a una cámara y pantallas de televisión se realiza la extracción vesicular con los cálculos, generalmente a través del ombligo del paciente mejorando su recuperación, menos dolor postoperatorio, pronto retorno a su trabajo, y menos tiempo de hospitalización.
En conclusión, los cálculos que no dan síntomas no siempre tiene indicación quirúrgica a menos que por otras características indicadas requieran de la extracción de la misma; es por eso que si son detectados consulte un Cirujano General oportunamente para tomar la mejor decisión.
Entre las complicaciones que puede generar esta enfermedad tenemos obstrucción de los conductos que llevan bilis al intestino, crecimiento de la vesícula, pancreatitis, infección de la vesícula llamada colecistitis, perforación vesicular, entre otras. Un chequeo médico periódico y a tiempo es muy importante para prevenir complicaciones.
